Seguramente has oído hablar de las famosas y temidas muelas del juicio, que son las que se ubican al final de toda la dentadura y son, generalmente, las últimas en salir.
Desde Terrón & Iglesias Dental, te contamos todo lo que debes saber acerca de ellas y cuándo se recomienda o no extraerlas.
Muelas del juicio, cordales o terceros molares
¿Qué son?
Las muelas del juicio, también llamadas cordales o terceros molares, son aquellas que se ubican en la parte más posterior (trasera) de la dentadura, siendo las últimas en salir. Su erupción ocurre aproximadamente entre los 16 y los 25 años, pudiendo ser antes o después.
A diferencia del resto de los dientes, su formación y erupción es variable: pueden salir como las otras muelas, salir a medias, no salir y quedar dentro del hueso (retenidas o impactadas) o ni siquiera formarse.
¿Por qué se les llama "muelas del juicio"?
Ese nombre se debe exclusivamente a la edad en la que aparecen, ya que, en esta etapa de la vida, se considera que la persona adquiere suficiente madurez y la capacidad de desarrollar “el juicio”.
Síntomas asociados a la erupción de las muelas del juicio
En los casos que los terceros molares cuentan con todas las condiciones para salir del hueso e intentar posicionarse como los demás dientes, generan una serie de síntomas propios de su erupción, tales como:
- Mal aliento
- Encía roja e inflamada
- Hinchazón o inflamación en la zona
- Malestar general, que puede incluir fiebre
- Dificultad para abrir la boca y para masticar
- Dolor localizado e irradiado a otras zonas, como los oídos, la garganta y el cuello
Manejo y alivio de síntomas
Cuando aparecen los síntomas asociados a la erupción de las cordales, es muy importante que acudas al dentista para que te revise y determine cuáles son las condiciones de los molares y el paso a seguir.
El equipo de dentistas de Terrón & Iglesias Dental, te da unos tips que te ayudarán en el manejo y alivio de los síntomas mientras llega el día de la revisión o de la extracción:
- Tomar analgésicos para calmar el dolor
- Poner paños de agua tibia en la zona infamada
- Evitar masticar alimentos muy duros que lastimen la zona
- Mantener la zona afectada lo más limpia posible, para que la placa y los restos de alimentos no generen más inflamación
- Acudir a urgencias odontológicas en caso de presentar sangrado, hinchazón o dolor intenso que no calma con medicamentos
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¿En qué casos no se deben extraer las muelas del juicio?
1. Si no hay síntomas
Cuando no hay dolor, inflamación o supuración y la posición no está generando ningún problema, es conveniente dejarlas en boca.
2. Están en correcta posición
Hay ocasiones en las que erupcionan completamente y cuentan con el suficiente espacio para acomodarse de forma correcta.
3. Riesgo para otras estructuras
Están totalmente incluidas dentro del hueso y sacarlas genera riesgos en el seno maxilar o algún canal nervioso.
¿Cuándo está indicada la extracción de las muelas del juicio?
La extracción de las muelas del juicio está indicada en los casos que, por su posición incorrecta, pueden ocasionar problemas en los dientes vecinos o en algunas estructuras anatómicas:
- Caries en el segundo molar
- Enfermedad periodontal
- Sintomatología aguda y frecuente
- Indicaciones de tratamiento de ortodoncia
- Infecciones recurrentes como la pericoronitis
- Cuando están erupcionadas y no tienen antagonista
- Erupción incompleta que favorece el acúmulo de placa y de restos de alimentos entre el molar y la encía
Paso a paso de la extracción de las muelas del juicio
La extracción de las muelas del juicio a veces puede ser un procedimiento complejo debido a la posición en la que se encuentren y su relación con el resto de estructuras anatómicas.
El proceso puede variar según la complejidad de cada caso y la ubicación del molar. A continuación, describimos el paso a paso de la extracción de las cordales que están dentro del hueso o no han finalizado su erupción, es decir, de una extracción quirúrgica:
- Anestesia local de la zona
- Incisión (corte) de la encía para exponer el diente o el hueso
- Corte del hueso que cubre el diente o bloquea su salida
- Extraer el diente del hueso, ya sea entero o por partes, según la posición en la que se encuentre
- Limpiar la zona del hueso donde estaba la muela, retirando los restos de hueso y de tejido infectado
- Dar punto de sutura para que la encía cicatrice y cierre
Complicaciones del procedimiento
Es claro que toda intervención quirúrgica trae riesgos, por eso, es muy importante hacer un diagnóstico preciso y determinar si es o no necesario realizarla.
Durante una extracción quirúrgica de los terceros molares y posterior a ella, se pueden presentar complicaciones como:
Durante
- Lesión de nervios: esto puede ocurrir cuando las raíces de los molares están muy cerca al canal por donde pasan los nervios. Es más frecuente que ocurra con el nervio dentario inferior, con la extracción de las cordales de abajo.
- Comunicación de estructuras: cuando se retira la pieza dentaria, se puede generar una comunicación, es decir, dejar expuesta alguna estructura. Este tipo de complicación ocurre generalmente con la extracción de las cordales superiores, cuando las raíces están en estrecho contacto con el seno maxilar.
- Daños o fracturas a dientes vecinos: a veces el tercer molar puede generar presión al diente vecino (segundo molar) y correr el riesgo de fracturar la corona o hacer algún daño en la raíz.
Después
- Alveolitis: es la complicación más frecuente, ocasionada por una mala formación del coágulo de sangre que hace que el hueso se seque, se inflame y duela. Se trata con analgésicos y antiinflamatorios.
- Pérdida de la sensibilidad: también llamada parestesia. Es una sensación anormal de hormigueo o adormecimiento que se puede producir por una lesión de los nervios.
- Hinchazón e inflamación: son síntomas muy comunes luego de una extracción compleja que implique la manipulación y el corte de hueso. Se tratan con medicamentos como antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.
Suelen desaparecer a los pocos días siguiendo todas las indicaciones postoperatorias dadas por el dentista.
Cuidados posteriores
- No realizar actividades que impliquen gran esfuerzo
- Seguir cuidadosamente las instrucciones de la toma de medicamentos
- Ponerse frío local durante las primeras 24 horas
- Evitar el consumo de alimentos y bebidas calientes, al menos durante las primeras horas
- No escupir ni hacer movimientos fuertes con la boca, para evitar desalojar el coágulo
- Cepillarse los dientes de forma normal, de manera cuidadosa para no lastimar los tejidos
- Acudir a la cita de revisión cuando el dentista lo indique
