Con el verano a la vuelta de la esquina y el buen tiempo haciendo acto de presencia poco a poco, comienza la operación bikini y las opciones de hacer deporte al aire libre se disparan. Da igual que vivamos en la playa o en la montaña, ¿quién no sale a dar paseos, correr, la partidita de tenis o nada en la piscina al aire libre con el buen tiempo? El buen tiempo nos llama a estar más fuera de casa, especialmente en el ámbito deportivo, pero una parte del organismo sufre en silencio: la piel.
Consecuencias de una piel mal protegida
Al hacer ejercicio al aire libre nos exponemos al sol, y aunque el cáncer de piel es el peligro más conocido por todos, no es el único. Los expertos consideran el melanoma como un riesgo a largo plazo si nos exponemos demasiado al sol, pero existen otros igual de importantes:
-Quemaduras
-Signos de envejecimiento prematuros: manchas y arrugas
-Pie de atleta
Tips para proteger la piel durante el deporte al aire libre
El remedio más conocido y común es el protector solar, pero, ¿lo aplicamos bien? El deseo de muchos de estar moreno o bronceado supera casi siempre las medidas de prevención. ¿Quién no ha comprado más de una vez protectores bajos para coger “más color”? Es una práctica común, pero muy peligrosa.
Además, durante el ejercicio, se suda más, por lo que la crema que nos hemos aplicado se elimina antes. Esto es importante tenerlo en cuenta porque, aunque nos hayamos echado la crema adecuada, si se elimina rápidamente y no nos echamos más, el sol sigue dañando la piel. Estas son las recomendaciones para minimizar los efectos del sol:
-Echarse un protector solar de protección adecuado a cada tono de piel
-Crema con factor de protección 30 como mínimo
-Asegurarse que sea resistente al agua
-Debe aplicarse 30 minutos antes de empezar la práctica deportiva
-Echarse protector también durante los deportes acuáticos al aire libre
-Evitar estar sin camiseta al sol, especialmente los niños
*El agua hace efecto lupa, por lo que no es que nos proteja del sol, es que aumenta sus efectos nocivos