Seguro que has oído hablar de la soja, bebidas de soja, yogures de soja…este componente vegetal se ha hecho muy popular en los últimos años. ¿Sabes que tiene multitud de usos culinarios? Especialmente en dietas veganas o vegetarianas, ¡pero todo el mundo puede beneficiarse de sus beneficios! Desde Club Dental os contamos algunas recetas en las que utilizar este ingrediente.
¿Qué es exactamente la soja texturizada?
También se la conoce con el nombre de Proteína Vegetal Texturizada. Se obtiene a partir de las habas de soja, y en los últimos años su consumo se ha disparado. La soja texturizada es una gran fuente de proteínas y…¡sin grasas! Un ingrediente 100% vegetal.
Para obtenerla, se deshidrata la soja y se elimina toda la piel y su grasa. Sin aditivos, es una legumbre muy completa y saludable. Se ha hecho un hueco en todas las despensas de vegetarianos y veganos, pero es un ingrediente que combina con muchísimas comidas.
Receta con soja texturizada
Dada su cantidad de proteínas y su textura, similar a las migas de pan o a una especie de “carne picada vegetal”, da muchísimo juego en la cocina. Os proponemos una receta, que seguro que todos conocéis, pero cambiando su ingrediente principal por soja texturizada:
Fajitas
¿Quién no ha probado las fajitaS? Uno de los platos mexicanos más conocidos en todo el mundo. Su preparación es sencilla, y en esta ocasión vamos a sustituir la carne por la soja texturizada. ¡El sabor de México con ingredientes vegetales 100%!
Lo primero de todo es poner a remojo un puñado de soja texturizada. Como hemos mencionado, es un ingrediente deshidratado, antes de cocinarlo hay que aportarle agua.
Mientras la soja va hidratándose, vamos sofriendo las verduras: pimientos, tomate, cebolla, ajo, zanahorias…¡imaginación al poder!
Se puede añadir tomate frito para darle un poquito de color y sabor cuando las verduras vayan estando en su punto. A continuación echamos la soja y lo mezclamos con las verduras. Removemos bien para que se vaya haciendo y cogiendo el sabor.
*Lo ideal es que las fajitas tengan ese toque picante de México, para conseguirlo se puede echar tabasco o una pizca de cayena, ¡al gusto del consumidor! Y para los más valientes…unas gotitas de alguna salsa picante que hayamos comprado en el supermercado.
Con todos los ingredientes ya bien hechos ¡es hora de emplatarlos! Se echa la cantidad deseada en cada torta (fajita), se envuelve…¡y a comer!