Iniciar a los niños en las rutinas de higiene oral puede ser una tarea complicada. Muchos padres y madres acaban exhaustos intentándolo y los resultados no son los esperados. ¿Cómo podemos hacerles entender que es por su bien? Es difícil cuando son tan pequeños, pero es necesario ya que la salud oral hay que cuidarla desde que nacen. Parece imposible, ¡pero no lo es! Os ofrecemos varias formas de lograrlo fácilmente:
Aprender jugando
A los niños les resulta más fácil y dinámico aprender mientras se divierten. Además de menos agotador para los padres, es una forma divertida de despertar su curiosidad, mediante los juegos. ¿Por qué no hacer lo mismo con los hábitos de higiene bucal?
Si hacemos de la hora de lavarse los dientes la hora divertida, ¡seguro que siempre querrá lavárselos! Hay que enseñarle a que se debe cepillar todos los días 2 veces al día durante dos minutos. Una buena forma es poniendo sus canciones favoritas mientras. Cepillarse al ritmo de la música seguro que es más divertido.
Otra forma de ayudar a fijar estos hábitos es recompensando cuando se haga bien, cuando el dentista afirme que todo está correcto…Además del cepillado también hay que enseñarle a utilizar el hilo dental. Se recomienda que empiecen desde los 6 años. Una forma muy sencilla para ello es utilizando los Flosser o hilo dental para niños.
Gadgets dentales divertidos: ideales para niños
Existen gadgets para todo, y la salud oral no iba a ser menos. Un cepillo de dientes está bien, ¿pero qué tal uno de su personaje de dibujos favorito? ¿Y si el dentífrico también le apasiona? Este tipo de cosas les alegran y hacen que lo cojan con ganas. Os ofrecemos algunos de los que más éxito tienen:
–Octopus: un reloj alarma de diferentes colores ideal para programar sus tareas como el cepillado.
-Extensor de grifo: acerca el agua a la altura de los más peques. ¡Se acabaron las excusas!
–Dispensador de pasta de dientes: una forma más divertida de almacenar la pasta de dientes. Es posible encontrarlos con la forma de sus personajes favoritos, colores llamativos…
-Cepillo fuente: con él, al acabar el cepillado ¡también enjuaga! Mucho más divertido que beber del vaso…
Higiene oral en familia
Predicar con el ejemplo es la mejor forma de que aprendan. Cepillarse los dientes en familia fortalece los lazos y es más fácil que adquieran el hábito. Los niños repiten lo que ven, por lo que si ven a sus padres preocupados por sus dientes…¡ellos también lo harán! Y como hemos mencionado antes, mejor hacer que esta rutina sea lúdica. Lavarse los dientes en familia tiene que ser divertido, se pueden ofrecer recompensas a quien en la próxima visita al Dentista de Confianza esté libre de caries…¡imaginación al poder! La idea es que sea un momento divertido y familiar a la vez.
