¿Qué son las úlceras bucales?
Las úlceras bucales, también conocidas como aftas o llagas, son lesiones no contagiosas profundas del epitelio de la mucosa oral debido a un rompimiento de la integridad de este.
Este tipo de heridas se presentan generalmente en forma redonda u ovalada, con borde de color rojo (debido a la inflamación) y un centro de color blanquecino. Su tamaño y profundidad varía según el tipo de lesión, así como la sintomatología asociada.
Estas lesiones son relativamente comunes y pueden darle a cualquier persona, aunque suelen ser más frecuentes en mujeres. En ocasiones, resultan ser muy dolorosas, dificultando la masticación, la deglución y la higiene oral. Pueden aparecer en la encía, los labios, las mejillas, el piso de la boca y la lengua.
¿Por qué aparecen las úlceras bucales?
El origen de las úlceras bucales es multifactorial, pues existen varios factores que influyen en su aparición:
- Traumatismo, que puede ser causado por prótesis mal ajustadas, aparatología fija, cepillado dental agresivo, quemaduras o mordeduras
- Estrés y ansiedad, que aumentan la susceptibilidad del organismo
- Déficit nutricional, causando falta de vitaminas, hierro y ácido fólico
- Infecciones, las cuales pueden predisponer su aparición
- Cambios hormonales, específicamente durante el ciclo menstrual
- Alimentos irritantes, como ácidos o muy picantes, que puedan lacerar la mucosa
¿Cuáles son los síntomas asociados a las úlceras bucales?
Generalmente, las úlceras bucales comienzan como una herida sobre la mucosa, con un borde rojo e inflamado y un centro de color blanco. Suelen generar una sensación de ardor o dolor localizado o irradiado, ya sea espontáneo o provocado durante la masticación, el consumo de alimentos o la higiene oral.
En los casos que la llaga sea muy profunda, puede acompañarse de malestar general, fiebre e, incluso, inflamación de los ganglios.
¿Cómo se curan las aftas bucales?
El tratamiento de las úlceras bucales tiene como finalidad aliviar el dolor e incentivar el proceso de cicatrización. Sin embargo, el proceso de curación tarda entre 10 y 15 días, con o sin tratamiento.
- Mantener una adecuada higiene oral
- Tomar analgésicos y antiinflamatorios
- Hacer enjuagues con agua y bicarbonato
- Evitar el consumo de alimentos irritantes
- Aplicar en la zona anestésicos o geles tópicos cicatrizantes