¿Qué es la saliva?
La saliva es un líquido alcalino (es decir, no ácido), de consistencia viscosa, transparente, sin sabor ni color, que es segregado por glándulas cuyos conductos excretores se reparten en diferentes zonas de la cavidad oral.
Este líquido es muy útil para mantener húmeda la boca, facilitar la masticación y la deglución y, del mismo modo, la digestión de los alimentos.
¿Qué función cumple?
La saliva tiene múltiples funciones dentro de la cavidad oral, con el fin de mantener y/o propiciar una buena higiene oral. Entre las principales se destacan:
- Facilita la digestión
- Regula el pH de la boca
- Tiene acción antimicrobiana
- Barre los restos de alimentos
- Ayuda en la percepción del gusto
- Reduce el riesgo de aparición de caries
- Protege y lubrica los tejidos y los dientes
- Brinda protección contra microorganismos
¿De qué se compone?
La saliva está compuesta en su gran mayoría por agua (un 99%). La cantidad restante se compone de enzimas, proteínas, anticuerpos y electrolitos. En condiciones normales, la cantidad diaria de producción varía entre 0,5 y 1,5 litros, en adultos sanos.
¿Cuáles son las alteraciones relacionadas con la saliva?
La saliva, además de ayudar a mantener una buena salud oral, también puede ser un reflejo del estado general del cuerpo, pues en algunos casos, puede verse afectada por ciertas patologías sistémicas, cambiando su composición y funcionamiento. Entre las alteraciones más comunes asociadas a la salivación encontramos:
- Hiposalivación: producción insuficiente de dicho líquido, que puede dar lugar a la sequedad bucal (también llamada xerostomía). Esto aumenta considerablemente el riesgo de aparición de infecciones y caries, además se dificulta la masticación y la deglución.
- Hipersalivación: producción excesiva de saliva, conocida como sialorrea. Es una condición relativamente común en ciertas condiciones o alteraciones neurológicas.
- Cambios en la composición: que pueden ocurrir cuando existen enfermedades sistémicas, ciertas infecciones locales o toma de medicamentos específicos cuyos efectos secundarios incluyen la afectación de la saliva.
