La gingivitis, también denominada infamación gingival, es una patología inflamatoria reversible de las encías, principalmente causada por la presencia de placa bacteriana. Además, se considera la fase inicial de la enfermedad periodontal.
¿Qué es la gingivitis?
La gingivitis se considera un estado leve y reversible de la enfermedad periodontal, que consiste en la inflamación de las encías, acompañada de hinchazón, enrojecimiento, dolor al tacto y sangrado. Su aparición se debe principalmente a la presencia de placa bacteriana, sin embargo, existen factores de riesgo que pueden influir en su desarrollo y severidad.
Esta condición afecta a personas de todas las edades, tanto mujeres como hombres.
¿Cuáles son las causas de la inflamación gingival?
Está comprobado que la principal causa de la gingivitis es la placa bacteriana, una especie de capa pegajosa e invisible que se forma sobre las superficies de los dientes, como resultado de los restos de alimentos y de la acción de las bacterias que están todo el tiempo en la boca. De este modo, las bacterias van creciendo en un medio óptimo para ellas, en el cual liberan ácidos y toxinas que, progresivamente, van inflamando el tejido gingival.
Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que pueden predisponer a una persona a tener gingivitis, tales como:
- Medicamentos
- Hábito de tabaco
- Mala higiene oral
- Deficiencias nutricionales
- Enfermedades sistémicas
- Cambios hormonales o embarazo
¿Cómo se puede tratar la inflamación gingival?
El tratamiento para la gingivitis va enfocado en eliminar la causa de la inflamación, es decir, la placa bacteriana. Esto se logra mediante diferentes procedimientos:
- Limpiezas dentales periódicas
- Adecuada higiene oral, con el uso diario del hilo dental
- Abordaje de las condiciones sistémicas que puedan favorecer su aparición
¿Cómo prevenir la gingivitis?
La prevención de la inflamación gingival se hace, básicamente, con la realización de una adecuada higiene oral, con el uso diario del hilo dental. De esta forma, es posible mantener la encía y el rededor de los dientes completamente limpios, evitando que las bacterias liberen toxinas y comiencen a generar un proceso inflamatorio.
Se recomienda tener una dieta saludable y equilibrada, evitando el consumo excesivo de azúcares y carbohidratos. Asimismo, es importante no fumar, pues este hábito es muy nocivo para la salud bucodental ya que afecta la capacidad de cicatrización de los tejidos además de que disminuye su oxigenación.
También es importante acudir al dentista con frecuencia para realizar limpiezas dentales y reforzar las técnicas de higiene oral, en caso de ser necesario.
