La caries es una patología dental que aparece a cualquier edad y puede afectar tanto a los dientes de leche como a los permanentes. Clínicamente se evidencia como una cavidad o agujero, gracias a la destrucción de las estructuras dentales (esmalte y dentina).
¿Qué es la caries?
La caries es una patología dental común, que afecta a más de dos mil millones de personas, por lo que se estima que es la más prevalente en el mundo. Produce un daño irreversible en las superficies del diente (esmalte y dentina) debido a la desmineralización del tejido duro, que se da por los ácidos de las bacterias.
Se evidencia generalmente como un agujero o una cavidad, cuyo avance se da de forma progresiva hasta alcanzar el nervio (pulpa). Sin embargo, no siempre se detecta clínicamente de esta forma, a veces su hallazgo es por medio de radiografías. Incluso, puede no presentarse como una cavidad sino como una sombra interna que se ve de color negro o marrón).
Su sintomatología es variable, dependiendo de la severidad y la extensión y de la respuesta de defensa que tenga el diente ante este ataque bacteriano.
¿Cuáles son las causas?
La causa principal de la caries es la placa bacteriana, específicamente los ácidos provenientes de esta. El género que más se asocia a la aparición de esta patología es el Streptococcus mutans, cuya presencia es, prácticamente, inevitable.
Lo que ocurre es que este tipo de bacterias se «alimenta» de los azúcares y de los restos de alimentos presentes en la boca, liberando ácidos y toxinas que desmineralizan el esmalte y lo rompen, generando una cavidad. Así pues, siempre que haya placa, va a estar presente esta bacteria, por lo cual el riesgo de aparición de caries también.
Sin embargo, su desarrollo va a depender de tres factores principales:
1. El huésped: condiciones orales como la saliva, la posición dental, la calidad del esmalte y el nivel de higiene.
2. El sustrato: tipo de dieta y frecuencia de consumo de azúcares y carbohidratos.
3. La microflora: el tipo de bacterias presentes en la boca, incluyendo su nivel de patogenicidad.
De este modo, cabe resaltar que hay personas más propensas al desarrollo de la caries por sus condiciones propias.
¿Cómo se previene la caries?
La mejor forma de prevenir la caries es, sin duda, mantener una buena higiene oral, pues de este modo se controla la cantidad de placa bacteriana y, por ende, la presencia de las bacterias patógenas causantes de la desmineralización del esmalte.
También es importante acudir al dentista con frecuencia para detectar oportunamente cualquier signo de alarma o diagnosticarla en sus estadios iniciales (lesión de mancha blanca).
Aquellas personas que presentan un alto riesgo de caries, pueden tomar acciones preventivas como la fluorización y el consumo controlado de azúcares y carbohidratos.
¿Cuál es el tratamiento de la caries?
El tratamiento de la caries depende de su avance. En la mayoría de casos, basta con eliminar el tejido afectado y realizar un empaste con composite, con todo el proceso que este tratamiento implica.
En aquellos casos en los que la caries se presenta como una lesión de mancha blanca (estadio inicial), basta con hacer fluorizaciones y reforzar la técnica de cepillado, para detener el proceso. Pero, en los que la caries está muy avanzada y compromete el tejido pulpar, es necesario realizar tratamiento de conductos.