Pese a que la endodoncia, también conocida como tratamiento de conductos, es uno de los procedimientos odontológicos más comunes, su ejecución a veces es difícil, presentando ciertos inconvenientes.
La Dra. Concha M. Bruguier, odontóloga especialista en endodoncia, nos explica algunas de las complicaciones en endodoncia y cómo se pueden solucionar.
¿Qué es y para qué sirve la endodoncia?
La endodoncia, también llamada tratamiento de conducto o curación de nervio, es un tratamiento que se realiza cuando la pulpa dental o el nervio, es decir, el tejido blando que se encuentra al interior del diente (que contiene nervios y vasos sanguíneos) se inflama, se infecta o se muere.
El daño del nervio ocurre por caries profundas, lesiones internas o fracturas que permiten la entrada de bacterias al interior del diente. El tratamiento consiste en la eliminación de la pulpa, la limpieza y desinfección de los conductos radiculares (espacios donde se alberga el nervio) y, posteriormente, su relleno con un material inerte biocompatible para sellarlos y evitar la filtración de bacterias.
La finalidad de la endodoncia es evitar la extracción para conservar la pieza en boca, además de aliviar el dolor y eliminar la infección. Como punto final del tratamiento, el diente se restaura, ya sea con un empaste, una incrustación o una corona, con el objetivo de recuperar la estética y la función.
¿Qué complicaciones tiene una endodoncia?
Infecciones y abscesos persistentes
Pese a que el objetivo de la endodoncia es eliminar la infección, en algunos casos eliminar completamente las bacterias puede resultar muy difícil, lo que da lugar a infecciones secundarias persistentes.
Si esto ocurre, se opta por hacer un re tratamiento, es decir, repetir la endodoncia o, en otros casos, realizar una cirugía apical, en la cual se corta la punta de la raíz (ápice) y se sella.
Perforación del conducto radicular
Esto puede ocurrir durante la apertura cameral, mientras se buscan los conductos o en su conformación. Con las limas, se pueden hacer pequeños orificios desviados de los conductos.
Para solucionar esta complicación, es necesario sellar la perforación con materiales especiales (como el MTA) y asegurarse de que la lesión cicatriza adecuadamente.
Dolor y sensibilidad postoperatoria
Es posible que luego del tratamiento, el paciente experimente ciertas molestias o sensibilidad debido al proceso de cicatrización. En algunos casos, el dolor puede persistir durante un largo tiempo.
El manejo de este dolor se hace mediante el uso de analgésicos o antiinflamatorios Cuando la sintomatología persiste o es severa, se evalúa la necesidad de un tratamiento adicional o una revisión de la endodoncia.
Extravasación de hipoclorito de sodio
El hipoclorito de sodio es un líquido que favorece la desinfección de los conductos. Cuando se extravasa o se riega, puede irritar los tejidos circundantes.
Si esto ocurre, se sugiere hacer un abundante enjuague con suero fisiológico y, en caso de ser necesario, recetar medicamentos para controlar la inflamación y el dolor.
Instrumentos rotos dentro del conducto
Durante la limpieza, desinfección y conformación de los conductos radiculares, se utilizan instrumentos llamados limas, que se pueden fracturar y quedarse adentro.
Dependiendo de la ubicación del fragmento roto, se utilizan técnicas especializadas para retirarlo, como micro instrumentos o ultrasonidos. En los casos que no sea posible extraerlo, se puede sellar el conducto así, siempre y cuando no afecte los resultados del tratamiento.
Fractura radicular posterior al tratamiento
Los dientes que se someten a un tratamiento de endodoncia, al perder vitalidad, se vuelven las frágiles, lo cual incrementa el riesgo de fractura.
Para prevenir que esto ocurra, se recomienda realizar una restauración que cubra las cúspides para que el diente quede fortalecido. Cuando ocurre la fractura, se evalúa la extensión de la misma y se determina cuál tratamiento es el más indicado.
Fallo en la localización de todos los conductos
Algunos dientes tienen conductos accesorios o adicionales que pueden ser difíciles de localizar. Cuando estos no se limpian y se sellan, impiden que la infección de cure completamente. Si uno o más conductos no se limpian y sellan adecuadamente, pueden surgir infecciones. Para localizarlos, es necesario valerse de ayudas diagnósticas como la tomografía, que permite conocer su ubicación.
Sobreobturación o subobturación de los conductos
La sobreobturación ocurre cuando el relleno de los conductos se extiende más allá de la punta de la raíz, mientras que la subobturación se da en el relleno incompleto. Ambos casos se dan por una mala técnica de obturación y, en el caso de la subobturación, también puede darse porque la lima no baja hasta el ápice (punta de la raíz).
En ambos casos se hace un control radiográfico para evaluar la evolución de la cicatrización y, cuando sea necesario, en la sobreobturación se debe retirar el exceso de material mediante una cirugía y en la subobturación se hace un re tratamiento para rellenar el conducto por completo.
DENTISTA EN ALGETE
Dra. Concha M. Bruguier
Especialista en endodoncia
La Dra. Bruguier cuenta con una formación académica y profesional de primer nivel. Es licenciada en odontología y especialista en endodoncia, además de docente de esta área durante 9 años en la Universidad Alfonso X El Sabio.
Posee una gran vocación por el servicio y compromiso con la excelencia y salud bucodental de sus pacientes. Su trato humano, su autenticidad y su amplia trayectoria le han permitido ser una dentista referente en Algete, Madrid. La dedicación y el profesionalismo con el que ejerce su práctica la destacan como una excelente endodoncista, garantizando tratamientos de alta calidad con resultados duraderos.
Pide tu cita y déjate sorprender con una odontología basada en la prevención, cuyo principal objetivo es brotar sonrisas.
Directora médica en Dental Bruguier, un centro odontológico ubicado en Algete. C. de Jorge Manrique, S/N, 28110
Cuenta con sellos de certificación de Dentistas de Confianza y Garantía de Clínica.