¿Qué es la hiperplasia gingival?
La hiperplasia gingival es una condición en la cual el tejido gingival (las encías) crece de forma excesiva o se agranda a tal punto de poder cubrir parcial o totalmente la corona del diente. Clínicamente se observa como una encía más gruesa e hinchada, que se puede tornar muy roja y sangrante, según su causa subyacente. Este crecimiento excesivo dificulta la higiene oral, además de favorecer la acumulación de placa y restos de alimentos, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de caries, gingivitis y periodontitis.
¿Por qué se produce la hiperplasia gingival?
Las causas de la hiperplasia gingival pueden ser muchas, dentro de las cuales se incluyen:
- Medicamentos: estudios clínicos revelan que ciertos grupos de medicamentos (anticonvulsivos, inmunosupresores y bloqueadores de canales de calcio, para manejo de ciertas condiciones como la hipertensión y el dolor en el pecho)
- Cambios hormonales: ocurren durante etapas como la pubertad, el embarazo y la menopausia; pueden influir en la respuesta inflamatoria de los tejidos gingivales
- Higiene oral deficiente: la acumulación de placa y sarro debido a una mala higiene bucal o propiciada por restauraciones defectuosas, aparatología fija o dentaduras postizas mal ajustadas, contribuye enormemente al excesivo crecimiento de las encías.
- Enfermedades sistémicas: patologías de base como las que deprimen el sistema inmunológico (leucemia, SIDA) pueden provocar mayor susceptibilidad a este trastorno.
¿Cuáles son los síntomas asociados a la hiperplasia?
- Halitosis
- Sangrado y dolor al realizarse la higiene
- Sangrado gingival, al tacto o espontáneo
- Encías inflamadas, hinchadas (hiperplásicas) y rojas
- Los dientes se ven más pequeños por el crecimiento de la encía
¿Cómo se trata la hiperplasia gingival?
El tratamiento para la hiperplasia gingival depende de la causa subyacente y de la severidad del caso, por lo cual el dentista es el que determina qué hacer específicamente. Esto incluye limpieza dental profesional, mejorar o perfeccionar la higiene oral, cambio o ajuste de dosis de la medicación (con previa interconsulta con el médico tratante) y cirugías gingivales, como la gingivectomía.