Una maloclusión ocurre cuando los dientes y la mandíbula no coinciden hacen que una persona tenga una mala mordida.
Esto puede provocar dientes torcidos, apretados o protuberantes, e incluso puede provocar problemas de encías, dolores de cabeza severos y trastornos del sueño.
La mayoría de las personas no ha escuchado este término. Pero la mayoría de nosotros conocemos a alguien que ha tenido algún grado de maloclusión.
¿Qué causa la maloclusión?
La maloclusión suele ser una afección hereditaria. Esto significa que puede transmitirse de una generación a la siguiente.
Hay algunas condiciones o hábitos que pueden cambiar la forma y la estructura de la mandíbula. La Dra. Paola Zahonek Ocampo, dentista de confianza en Toledo, de la Centro Dental Ocampo nos explica los malos hábitos que provoca la maloclusión:
- Labio leporino y paladar hendido.
- Uso frecuente de un chupete después de los 3 años.
- Uso prolongado de biberón en la primera infancia.
- Chuparse el dedo en la primera infancia.
- Lesiones que resultan en la desalineación de la mandíbula.
- Tumores en la boca o la mandíbula.
- Dientes con forma anormal o impactada.
- Cuidado dental deficiente que resulta en empastes, coronas o aparatos ortopédicos mal ajustados.
- Obstrucción de las vías respiratorias, potencialmente causada por alergias o adenoides o amígdalas agrandadas.
¿Cómo se trata una maloclusión de los dientes?
La mayoría de las personas con maloclusión leve no requerirán ningún tratamiento. Sin embargo, su dentista puede derivarlo a un ortodoncista si su maloclusión es grave. Dependiendo de su tipo de maloclusión, su dentista de confianza puede recomendar varios tratamientos. Estos pueden incluir:
- Aparatos ortopédicos para corregir la posición de los dientes.
- Extracción de dientes para corregir el hacinamiento.
- Remodelar, unir o tapar los dientes.
- Cirugía para remodelar o acortar la mandíbula.
- Alambres o placas para estabilizar el hueso de la mandíbula.
El tratamiento para el trastorno también puede provocar algunas complicaciones. Éstos incluyen:
- La caries
- Dolor o molestias.
- Irritación de la boca por el uso de aparatos, como aparatos ortopédicos.
- Dificultad para masticar o hablar durante el tratamiento